Melanio Hernández Alberto Educador Dominicano
Melanio Hernández Alberto Educador Dominicano
Nunca motivé a mis hijos a trabajar para buscar riqueza, porque esta es relativa. No es el dinero lo que produce felicidad, éste solamente es un instrumento de bienestar, pero no es el único.
Sobre mí
Mis antecedentes
Mi nombre es Melanio Hernández Alberto. Fue lo primero que aprendí cuando ingresé a la escuela. Obviamente me es fácil hablar de mí, porque de mí he aprendido mucho. Soy Educador y procedo de un campito llamado Bejucal en Bonao, provincia Monseñor Nouel y donde nací el 20 de Febrero de 1935. Estudié bachillerato en Filosofía y Letras en el Liceo Elías Rodríguez de esa provincia y me trasladé a Villa Altagracia en el año 1956 como profesor, desde esa época, 1956, hasta el 2000, estuve ejerciendo la profesión de maestro. Eso indica que permanecí en educación 47 años.
En Villa Altagracia conocí a la que fuera mi esposa por 50 años, la Señora María Altagracia Francisco Guzmán (Manino) con quien contraje nupcias el 14 de Julio de 1962 y procreamos cinco hijos, siendo el más pequeño varón y las demás son hembras : Johanny Altagracia, Artemis, Lissette, Mildred y Melanio Alberto. Mi familia fue el núcleo de mi existencia y mi esposa fue un ejemplo de vida. Pasó la vida trabajando junto a mí para levantar la familia y aportar a los demás. Fue una persona humilde, muy querida, sencilla y solidaria, una persona que siempre disfrutaba hacer el bien . En el mismo mes en el que cumplimos 50 años de casados, ella falleció. A partir de ese momento, prácticamente yo casi me he retirado de la vida activa, porque una de las razones de lucha que yo sostenía era fundamentalmente para hacerla sentir bien a ella, y al perderla sentí que había perdido una parte de las motivaciones que yo tenía para trabajar y para vivir. Y por eso a partir de la muerte de ella, me he recluído un poco a la vida hogareña.